Por la proximidad de la temporada estival y la falta de respuestas, vecinos de La Rinconada, en Yerba buena, aseguran que rezan para que el agua no ingrese a sus casas

El temor deviene de serios problemas de drenaje en la zona, que provoca que cada vez que llueve se inunden las calles y el agua ingrese a las viviendas, especialmente en el sector comprendido entre San Juan, Camino de Sirga, Chubut y España.

En la documentación que los vecinos presentaron al Ejecutivo Municipal consta que la situación se repite desde hace 10 años. Una gran cantidad de agua ingresa a las casas por las fuertes lluvias. El panorama se complejizó en 2014 cuando se hicieron nuevas construcciones privadas que obstruyeron aún más el paso del agua.

“Una de las principales causas es que los colegios Pucará y Los Cerros y el barrio privado Victoria tienen su drenaje en la parte trasera y no sobre la calle Chubut”, indicó a LA GACETA Willem Dirk Tuit. Y agregó que por las edificaciones realizadas en la parcela comprada por la fundación San Martín de Porres, el agua ya no puede circular ni escurrir hasta la España.

De acuerdo al relevamiento que realizaron los mismos vecinos, el área comprendida entre las calles que se inundan constituye una zona agrícola con un tamaño aproximado de 950 por 260 metros.

A raíz de todos estos cambios en el lugar y el reclamo de los habitantes, a mediados de 2017, la municipalidad, por intermedio del director de Planeamiento, informó verbalmente a los vecinos sobre la construcción de un drenaje con una excavadora para solucionar la problemática. Pero, dos años después, el agua volvió a ingresar a las viviendas y desde ese momento los intentos por encontrar una respuesta por parte del municipio y las instituciones colindantes resultaron infructuosas.

“Sin medidas, otras parcelas se verán extremadamente afectadas por las inundaciones. Los residentes también podríamos construir un muro para evitar el paso del agua, pero entonces ante tormentas lo más probable es que se forme un lago como un caldo de cultivo para los mosquitos”, enfatizó Dirk Tuit.

En relación a esto, los vecinos apuntaron en las responsabilidades de quienes aprueban los permisos para las construcciones de estas obras que terminan perjudicando a más de una decena de viviendas. “El permiso otorgado por el municipio, con respecto a la regulación del agua, no es suficiente. No se tiene en cuenta la gestión municipal, que tiene consecuencias directas y a largo plazo”, detallaron en el documento presentado al intendente Mariano Campero.

Esther Castro vive hace más de 20 años en esta zona de Yerba Buena y reconoció que ante la falta de soluciones al problema, reza para que no se registren copiosas precipitaciones. “Rezamos para que no llueva” dijo la mujer y relató que ante la proximidad de las lluvias en su familia juntan piedras para improvisar una pared que pueda frenar las correntadas.

“Hace un tiempo ingresó agua a nuestra casa, nos inundamos y perdimos muchísimas cosas. Desde ese momento, cada vez que llueve fuerte tenemos como un mar en casa”, enfatizó.

Al igual que lo manifestado por su vecino, Castro indicó que la problemática de la zona se fue agravando con el paso del tiempo y las construcciones que realizaron los propietarios de los terrenos y emprendimientos lindantes.

“Tienen que hacer algo para que el agua se vaya para la calle Chubut, la Municipalidad debe hacer una canaleta o paredón para que no nos entre el agua porque ya hicimos los reclamos pertinentes y sin embargo hay casas que se inundan con hasta un metro de agua”, espetó.

LA GACETA hizo consultas al respecto a funcionarios de la Municipalidad, pero no obtuvo respuestas.